Ofrendas y Donaciones.

Nuestra iglesia no es solo un edificio; es el corazón de nuestro barrio, un lugar de refugio, de enseñanza y de celebración. Es aquí donde compartimos nuestras alegrías, buscamos consuelo en nuestras penas y crecemos juntos en nuestra fe.

Para que nuestra iglesia continúe siendo este faro de esperanza, necesitamos de su apoyo. Las ofrendas y donaciones son más que una simple contribución financiera. Son un acto de fe y de amor, una forma de sembrar en la tierra de Dios para que Su obra florezca. Cada ofrenda, grande o pequeña, nos ayuda a mantener nuestras puertas abiertas, a mejorar nuestras instalaciones y a expandir nuestros programas para servir mejor a nuestra comunidad.

Con sus donaciones, podremos reparar lo que se ha desgastado, modernizar lo que se ha quedado atrás y crear un ambiente aún más acogedor para todos los que nos visitan. Juntos, podemos asegurar que las futuras generaciones también encuentren en esta iglesia un hogar espiritual.